Al final se cerró la PUERTA...

Creedme que tenia esperanza... de verdad, pero al final se cerró la PUERTA. Es increible y, si me apuráis, hasta repugnante e indignante, ciertas cosas que tiene la vida. Mira que hay gente mala por el mundo como terrorristas, asesinos, dictadores y demás calaña que tardan más en morir que el famoso Matusalem y, sin embargo, un chaval de 22 años, deportista, profesional como la copa de un pino, amante de su club, "majete" (eso dicen sus propios compañeros...), ejemplar... se le para el corazón, así de repente, cuando estaba haciendo lo que más le gustaba del mundo, jugar al fútbol defendiendo los colores del club de su vida, el Sevilla. De verdad que me pongo de mal humor, perdonadme.

Ante este panorama, el Sevilla ni debía ni podía jugar esta noche por mucho que fuera el partido más importante de su historia. Decisión, por tanto, acertada de la UEFA, algo que es novedad últimamente...

Sin embargo, el fútbol es tan maravilloso que da reválidas. Y el Sevilla tiene la suya el Viernes, contra el Milán. Desde hoy el fútbol le debe algo a Puerta y al Sevilla y estoy seguro que "el de arriba" algo hará para saldar la deuda. ¿Ingenuo? puede ser, pero os aseguro que así lo creo. Apuesto, de verdad, por un Sevilla supercampeón de Europa por eso y porque, simplemente, se lo merece.

Hoy se hace difícil hasta respirar, pero me sentía en la obligación de darle este pequeño homenaje al que repito es, perdón, era (¡Que horror!) el mejor lateral izquierdo español.

Su familia, amigos, el sevillismo, el mundo del fútbol y los españoles en general, estamos de luto. Un abrazo, Antonio, que descanses...